domingo, 23 de noviembre de 2008

SOBRE CURSOS Y CURSILLOS



Mis amig@s y mi familia más cercana, saben que me gusta mucho hacer cursos y cursitos, desde siempre. Los grandes hitos de mi vida los asocio a este tema. Cuando esperaba a Felipe yo estudiaba Arquitectura y Antropología, cuando nació Paloma empecé un post grado de Planificación y corría a amamantarla en los recreos. Cuando estoy muy feAñadir vídeoliz, seguro que me apasiona aprender algo y cuando estoy menos feliz, busco algún curso que me guste y me alegre la vida.

Me gusta empezar, con un cuaderno bonito, tener un estuchito con cosas especialmente compradas, aprender cosas nuevas, leer y marcar los apuntes, y sobre todo, me atrae socializar con gente que comparte los mismos gustos, las mismas pasiones o las mismas obsesiones. También me gusta terminar, con la sensación que sé cosas nuevas….y que me saqué buena nota, entre un montón de compañeros, 20 o 30 años menores que yo, con muchas habilidades, propias de la juventud. Igualmente, me alegra mucho compartir algún curso, generalmente de computación, con compañeros de escasos recursos que hacen gran esfuerzo por actualizarse y emprender.

Los años de danza española en la Academia Los Gitanillos, que fueron con presentaciones en el Teatro Cariola, lo voy a contar en forma especial, porque siempre lo he considerado como un curso de la Any, mi mamá, que rigurosamente, me llevaba a clases, me hacia preciosos vestidos, me encontraba linda y además, ella era la única que encontraba que yo bailaba bien¡¡¡¡¡ En la reflexión de los años, pienso, que sobre todo, le daban a ella una razón de existir, en su vida bastante hogareña, llena de panes amasados, jugos de zanahoria exprimido en bolsitas de genero, carnes mechadas, pimentones y zapallitos italianos rellenos, queques, mermeladas y mucha salsas de tomate, que guardaba embotelladas en los roperos, para todo el año y que alguna vez, pese al aceite final y a la esperma con que se sellaba el corcho, se reventaron y lo ensuciaron todo.

Así, el curso mas lejano que recuerdo como opción mía propia, fue cuando estaba en el cole y correspondió, ni mas ni menos, a Teoría de la Relatividad para niños, creo que me convenció alguna compañera científica, porque la física no era mi fuerte; largos años de guitarra, primero en el barrio con una ancianita que me enseñó a tocar y cantar folklore, luego otros profesores mas modernos; de ahí, como di la prueba de Aptitud Académica cuando no habían lugares donde prepararse, estudié Aritmética y Matemáticas con un estudiante del pedagógico, novio de una compañera del colegio, donde además de ser invitada al matrimonio, me permitió sacar muy buen puntaje; después, en mis primeros años de universidad estudié Ruso, me conseguí una beca, lo que no fue difícil y se pensaba que sería el idioma del futuro; así, he pasado por Cerámica en Frío donde hice miles de florcitas en unas cosas llamadas “peanas”; Bauer donde pinté decenas de bandejas ; algún curso de Literatura donde no me gustó el profesor; Francés que fue un goce de largos años que me defiende bastante en Paris y para entender esos poemas de Ives Montand que dan escalofrío; también Ingles en muuuchos intentos y lugares; f otografía con ampliadora y largas horas de cuarto oscuro; pasé largos períodos de Gimnasia Rítmica con mallitas lindas y presentaciones en competencias ya estando crecidita y hasta con arruguitas; Cursos de Liderazgo, de Relaciones Comunicacionales, de Programación Neurolinguística; también, permanentemente me autofinancio cursos del área de Computación para no quedarme atrás, porque en la Universidad sólo usé Regla de Cálculo; de pasada pasé por Acuarela donde pinté los tres cuadritos de mi comedor; Bailes Tropicales, en un grupo de amigos y con el mismísimo Valero; entre los mas "cototos" donde me esmeré todo lo necesario, estuvo la Planificación Regional; entre los más "entretes" Medio Ambiente en Río de Janeiro; entre los mas prácticos, Formulación , Evaluación y Exposicion de Proyectos y lejos, entre los más entretenidos, "mi" Diplomado en Administración Cultural donde compartí con lindos jóvenes de variadas áreas del arte. Últimamente hago Cerámica Gres desde hace algunos años, con una reciente exposición y este año completo, estudié Jardinería, donde aprendí mucho y he creado una red espontánea para compartir lo que aprendí y para no errar más en lo que erraba, entonces, cuando hay que abonar lo divulgo y cuando es la fecha precisa de podar, aviso y cuando hay que plantar bulbos o semillitas voy en patota a Bandera a comprarlas, lo que después nos da tema para "n" tiempo, mostrándonos incluso las fotos de los respectivos logros. Lejos, la jardinería es algo que alegra mucho, que se comparte y es donde la gente se pone contenta de hablar del tema, así, “simplemente”, sin recovecos intelectuales. La profe, un siete ¡¡¡¡¡¡

Son muchos cursos, pero no hay que olvidar que “soy grande”, como dicen los mexicanos, manera muy respetuosa de decir mayores, porque viejos, no lo dicen jamás, son bien sabios los mejicanos¡¡¡¡¡¡.

Por último, me reconozco agotadoramente energética y “algo dispersa”…… ¡¡¡¡¡ ambos rasgos, a mucha honra ¡¡¡¡.

Si se fijaron, puse los cursos en mayúscula, ello, es porque los siento importantes en mi vida y seguro, que varios se me han olvidado ¡¡¡¡¡. El elemento común es, que lo paso muy bien ¡¡¡¡

Como me dijera alguien, “las cosas que uno hace hay que mostrarlas” entonces cuando estaba aun pensando si valía el comentario o si basta con que lo haga para uno mismo, zas¡¡¡¡¡ exposición de mi taller, de algunas alumnas destacadas diría la “Teacher” y ahí voy en la parada, con dos piezas de cerámica gres y su respectivo coctail en el Centro Cultural de Las Condes, en un espacio magnífico, bajo los árboles, con cafetería, donde me lo conversé todo, con quienes tuvieron la valentía de movilizarse a este lugar en las horas peack del tránsito.

Aquí van algunas imágenes, de la reciente Expo de cerámica gres, que aun está, donde me acompañaron la Maria Elena y la Aurora y lo pasamos muy bien, copuchando de la vida, de los hijos y de los nietos.

Que vivan los cursos y la gente con ganas de hacerlos ¡¡¡¡¡¡¡

YO, estudiante eterna.

2 comentarios:

el cuervo dijo...

En setiembre de 1973 yo estaba en Unquillo. Tenía 20 años y antes que la política, me interesaba el fútbol (más si este tenía colores azulgranas), la música y las mujeres. Acompañaba en el chalet familiar donde los Ortiz de Guinea pasamos inolvidables veranos cordobeses, a mi hermano mayor el entrañable Tapanto, brillante abogado y un enamorado de la vida cuyo único defecto era ser hincha de Huracán. A Tapanto si le interesaba la política. Y amaba profundamente a Chile, país al que consideraba su patria al igual que a la Argentina y el Ecuador. Reñaca, cerca de Viña del Mar, era su lugar en el mundo.Lo que pasó entonces al otro lado de la cordillera nos llevó a que en esas noches trataramos de sintonizar las radios trasandinas. Recuerdo como si fuera hoy esas horas en la quietud de la serranía, sintonizando Radio Minería -creo que estaba en el dial cerca de LT2 y de Radio Nacional Rosario donde mi amigo el tipaso Daniel Zárate tiene su excelente programa todos los viernes. A veces se iba la voz y entonces apuntabamos a escuchar Radio Agricultura que creo estaba en el dial cerca de Radio Rivadavia. Así nos enteramos de los comunicados militares que metían miedo de solo oirlos: ley Marcial, expulsión de extranjeros indeseables, cientos de detenidos. Y una noticia que me choqueó pese a que entonces no me interesaba la política. Era la que informaba que el cadaver de Salvador Allende había sido enterrado en Valparaiso sin mas compañía en el cortejo fúnebre que el de su viuda. Pensé en ese momento: !Que mujer valiente, perder así a su marido y enterrarlo con dignidad rodeada por la hostilidad del ejército que lo había destronado y asesinado!. Pasaron muchos años hasta que ayer volvió a mi el nombre de Tencha Bussi de Allende, muerta a los 94 años con la placidez conque la parca a veces premia a los ancianos, llevandoselos sin dolor y en medio de un sueño tranquilo. Tal vez fue la compensación al sufrimiento que esta mujer pasó en su flamante y violenta viudez de setiembre de 1973.
Estas horas también informaron de otra muerte. La de Fernando Peña. Los adjetivos que se leyeron en los diarios son para todos los gustos. Para mi fue un tipo brillante en su supuesta trasgresión. Y valiente en su agonía. Tal vez hubiera quedado allí mi recuerdo de Peña hasta que anoche escuché entrevistada por Pettinato a una de las mujeres esenciales de la historia de la radio argentina: Betty Elizalde. Y Betty recordó a Peña en su verdadera dimensión: la de hombre de radio. Todo lo demás fue secundario por mas que tal vez lo hiciera muy bien. Peña es compartiendo lo que dijo Betty, un valor fundamental de la radiofonía de los últimos años. Y pongo un ejemplo: su personaje del Licenciado Rafael Orestes Porelorti. Las desopilantes intervenciones de este personaje en los años 90 en la Rock and Pop, fueron la mejor editorial que desde el humor denunciaba las corruptelas del poder. Un hito que lo hizo definitivamente a Peña, bicho de radio. Por eso en estas horas vaya este post de recuerdo a el y tambien a esa mujer que nada que ver con la radio, pero que a partir de escuchar su odisea personal en emisoras chilenas captadas en la soledad de la serranía cordobesa en esos días terribles de setiembre de 1973, la hicieron merecedora de mi respeto y simpatía.
Si quieres ver mas acerca de esta nota, te invito a entrar a mi blog: http://elcuervorosarino.blogspot.com

Unknown dijo...

Después de leer tu Blog, Lupe me di cuenta que no podia quedarme sin decir nada, ya que a pesar de nuestros esporádicos encuentros, principalmente, por motivos laborales, estos han sido relevantes para mí, puesto que las conversaciones que se generan tienen mucha “enjundia” en especial una de ellas cuando me contaste que habías hecho un curso de cerámica, jardinería y que ahora estabas aprendiendo catalán, ahí fue cuando comprendí que el goce está en los desafíos que ello involucra y que cada actividad que uno emprende es como cumplir un sueño, es una pequeña meta. ¡Es increíble! pero al escucharte comprendí muchas cosas, entre otras que no porque hubiese realizado un curso de bordado, debía seguir bordando por siempre; logré liberarme de tontas amarras de “responsabilidades mal entendidas”, la verdad es que me sentí como si las mujeres de los cuadros de Carmen Aldunate, hubieran desatado sus amarradas, por ello gracias y que viva la “dispersidad” y la libertad.